martes, 24 de enero de 2012

El pensamiento y su poder

La causa de la guerra



Cuando los polluelos tienen miedo se esconden debajo de las alas amorosas de la gallina en busca de seguridad. El niño asustado corre en busca de su madre porque junto a ella se cree seguro. Está pues demostrado que el MIEDO y la búsqueda de SEGURIDAD se encuentran siempre íntimamente asociados.

El hombre que teme verse asaltado por bandidos busca seguridad en su pistola. El país que teme verse atacado por otro país, comprará cañones, aviones, buques de guerra y armará ejércitos y se pondrá en pie de guerra. Muchos sujetos que no saben trabajar, aterrorizados ante la miseria buscan seguridad en el delito, y se vuelven ladrones, asaltantes, etc... Muchas mujeres faltas de inteligencia asustadas ante la posibilidad de la miseria se convierten en prostitutas.

El hombre celoso teme perder a su mujer y busca seguridad en la pistola, mata y después es claro que va a parar a la cárcel. La mujer celosa mata a su rival o a su marido y así se convierte en asesina. Ella teme perder a su marido y queriendo asegurárselo mata a la otra o se resuelve asesinarlo. El casero miedoso de que la gente no le pague el alquiler de la casa, exige contratos, fiadores, depósitos, etc., queriendo así asegurarse y si una viuda pobre y llena de hijos no puede llenar tan tremendos requisitos, y si todos los caseros de una ciudad hacen lo mismo, al fin la infeliz tendrá que irse a dormir con sus hijos a la calle o en los parques de la ciudad. Todas las guerras tienen su origen en el miedo.

Las gestapos, las torturas, los campos de concentración, las siberias, las espantosas cárceles, destierros, trabajos forzados, fusilamientos, etc. tienen origen en el miedo. Las naciones atacan a otras naciones por miedo; buscan seguridad en la violencia, creen que matando, invadiendo, etc. podrán hacerse seguras, fuertes, poderosas. En las oficinas de policía secreta, contra-espionaje, etc. tanto en el este como en el oeste, se tortura a los espías, se teme de ellos, quieren hacerles confesar con el propósito de hallar seguridad para el Estado. Todos los delitos, todas las guerras, todos los crímenes, tienen su origen en el miedo y en la búsqueda de seguridad.

Samael Aun Weor.

martes, 17 de enero de 2012

Documental: 2012 : Señales y Predicciones


Duración: 59 minutos.

Con el objetivo de presentar datos serios sobre los eventos que se avecinan, ofrecemos este documental para informar de forma clara y precisa a nuestro público.
Le recordamos que puede dejar sus comentarios. 

La Caridad Universal


Un análisis a fondo nos lleva a la conclusión de que la caridad debe ser consciente. Amor es Ley, pero Amor Conciente. Los grandes de la tierra constantemente dicen: “Yo doy muchas limosnas, yo soy muy caritativo...”. Cuando algún poderoso se gasta unos pocos pesos en alguna obra de beneficencia pública, lo pregona a los cuatro vientos por medio de la prensa y la radio, y todo el mundo dice: “Este es un hombre bueno...”. Sin embargo, a pesar de tanto pregón y de tanta propaganda, las calles de la ciudad están llenas de hombres que perdieron el empleo, de madres que se entregan por un pedazo de pan para sostener a sus hambrientos hijos. De lisiados que mendigan o que tratan de trabajar vendiendo loterías, periódicos, etc., para no morir de hambre; de padres de familia buscando trabajo, etc., etc., etc. Y sin embargo se habla de CARIDAD... Esa es la triste ironía del mundo. ¿Dónde está la caridad?

Existe en el ser humano una tendencia fatal a considerarse siempre superior a los infelices de la vida. El banquero, el hombre de negocios, la dama elegante, pasan por la calle arrogantes, altivos, y cuando encuentran en su camino un paria de la vida, no lo miran y si lo hacen es para arrojarle con soberbia una moneda. No quieren darse cuenta estos soberbios, que el mendigo, el inválido, el hombre sin trabajo, la madre hambrienta, no son menos que nadie. Que son iguales a nosotros. Que son nuestros HERMANOS.

Todos somos humanos y como tales formamos una gran familia: LA FAMILIA HUMANA. El dolor de cualquier ser humano afecta en una u otra forma a toda la familia.

La Caridad bien entendida significa el pleno reconocimiento de los Derechos Humanos. No es justo que unos pocos tengan la dicha de tener casa propia, lujoso automóvil, rentas, etc., etc., mientras la gran mayoría sucumbe de miseria. No es justo que la dama elegante goce en su mansión, mientras en la puerta se sienta cansada y hambrienta la madre pobre que clama un pedazo de pan. Todos somos humanos, sangre que corre por las venas del infeliz, corre también por las venas del poderoso. Es la misma sangre de la Familia Humana.

Es absurdo mirar con desprecio a nuestros semejantes, a nuestros hermanos; es ilógico considerar a todos como seres extraños, nadie puede ser extraño en la familia. El poderoso ayuda al poderoso, el gobierno ayuda al “ilustre” y abandona al infeliz a su propia suerte.

La Sociedad actual necesita pasar por una verdadera y justa REFORMA SOCIAL. Eso es el Cristo Social. Necesitamos avivar la llama del espíritu con la fuerza del AMOR. Necesitamos desarrollar la Comprensión Creadora.

Samael Aun Weor

viernes, 13 de enero de 2012

Gnosiscrator

La Gula



Comprender las diversas formas de la GULA y de la glotonería equivale a destruir los vicios del centro instintivo como son banquetes, borracheras, cacería, carnivorismo, miedo a la muerte, deseos de perpetuar el YO, temor a la aniquilación, etc.

Los maestros de escuelas, colegios y universidades aconsejan a sus discípulos y discípulas que mejoren como si el YO pudiera mejorar, que adquieran determinadas virtudes como si el YO pudiera conseguir virtudes, etc.

Son muchos los que han abandonado la Gula y la Glotonería pero desgraciadamente se emborrachan y salen de cacería.

Cada defecto es multifacético y se desarrolla y procesa en forma gradativa desde el peldaño más bajo de la escala Psicológica hasta el peldaño más elevado.

Dentro de la cadencia deliciosa de un verso, también se esconde el delito.

El delito también se viste de Santo, de Mártir, de casto, de Apóstol, etc.

Los devotos no deben meditar con el estómago lleno. Es necesario que los devotos dejen el pecado de la GULA.

"Decidles: Renunciad a la gula, para que seáis dignos de los misterios de la Luz y seáis salvados de los juicios de Amente."

Si nosotros pulverizamos los yoes asqueantes de la gula, de la glotonería, finalizarán los banquetes, las borracheras, etc. por falta de actores.

 Como quiera que estos múltiples yoes se procesan lamentablemente en los distintos niveles del ser, se hace necesario conocer sus causas, su origen y los procedimientos Crísticos que finalmente habrán de conducirnos a la muerte del mí mismo y a la liberación final.

Observarnos a sí mismos es urgente, inaplazable, impostergable. La Auto-Observación íntima es fundamental para el cambio verdadero.

 ¿Cuál es su estado psicológico al levantarse?, ¿Cuál es su estado de ánimo durante el desayuno?, ¿Estuvo impaciente con el mesero?, ¿Con la esposa?, ¿Por qué estuvo impaciente?, ¿Qué es lo que siempre le trastorna?, etc.

 Fumar o comer menos no es todo el cambio, más si indica cierto avance. Bien sabemos que el vicio y la glotonería son inhumanos y bestiales.

 No está bien que alguien dedicado al Camino Secreto, tenga un cuerpo físico, excesivamente gordo y con un vientre abultado y fuera de toda euritmia de perfección. Eso indicaría glotonería, gula y hasta pereza.

 La vida cotidiana, la profesión, el empleo, aunque vitales para la existencia, constituyen el sueño de la conciencia.

viernes, 6 de enero de 2012

La Finalidad de la Gnosis


Fragmento de una de las conferencias dictadas por el misionero gnóstico Óscar Uzcátegui.

La esclavitud psicológica


La esclavitud psicológica destruye la convivencia. Depender psicológicamente de alguien es esclavitud. Si nuestra manera de pensar, sentir y obrar, depende de la manera de pensar, sentir y obrar de aquellas personas que conviven con nosotros, entonces estamos esclavizados.
Constantemente recibimos cartas de muchas gentes deseosas de disolver el yo, pero se quejan de la mujer, de los hijos, del hermano, de la familia, del marido, del patrón, etc. Esas gentes exigen condiciones para disolver el yo, quieren comodidades para aniquilar el ego, reclaman magnífica conducta de aquellos que con ellos conviven.
Lo más chistoso de todo esto es que esas pobres gentes buscan diversas evasivas, quieren huir, abandonar su hogar, su trabajo, etc., dizque para realizarse a fondo.
Pobres gentes..., sus adorados tormentos son sus amos, naturalmente. Estas gentes no han aprendido a ser libres, su conducta depende de la conducta ajena.
Si queremos seguir la senda de la castidad y aspiramos a que primero la mujer sea casta, entonces estamos fracasados. Si queremos dejar de ser borrachos pero nos apenamos cuando nos ofrecen la copa por aquello del qué dirán, o porque se puedan enojar nuestros amigos, entonces jamás dejaremos de ser borrachos.
Si queremos dejar de ser corajudos, irascibles, iracundos, furiosos, pero como primera condición exigimos que aquellos que conviven con nosotros sean dulces y serenos y que no hagan nada que nos moleste, entonces sí estamos bien fracasados porque ellos no son santos y en cualquier momento acabarán con nuestras buenas intenciones.
Si queremos disolver el yo necesitamos ser libres. Quien dependa de la conducta ajena no podrá disolver el yo. Nuestra conducta debe ser propia y no debe depender de nadie. Nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, deben fluir independientemente desde adentro hacia afuera.
Las peores dificultades nos ofrecen las mejores oportunidades. En el pasado existieron sabios rodeados de toda clase de comodidades y sin dificultades de ninguna especie. Esos sabios, queriendo aniquilar el yo, tuvieron que crearse a sí mismos situaciones difíciles.
En las situaciones difíciles tenemos oportunidades formidables para estudiar nuestros impulsos internos y externos, nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, nuestras reacciones, voliciones, etc.
La convivencia es un espejo de cuerpo entero donde podemos vernos tal como somos y no como aparentemente somos. Es una maravilla la convivencia, si estamos bien atentos, podemos descubrir a cada instante nuestros más secretos defectos, ellos afloran, saltan fuera cuando menos lo esperamos.

Samael Aun Weor


La esclavitud psicológica

 La esclavitud psicológica destruye la convivencia. Depender psicológicamente de alguien es esclavitud. Si nuestra manera de pensar, sentir y obrar, depende de la manera de pensar, sentir y obrar de aquellas personas que conviven con nosotros, entonces estamos esclavizados.
Constantemente recibimos cartas de muchas gentes deseosas de disolver el yo, pero se quejan de la mujer, de los hijos, del hermano, de la familia, del marido, del patrón, etc. Esas gentes exigen condiciones para disolver el yo, quieren comodidades para aniquilar el ego, reclaman magnífica conducta de aquellos que con ellos conviven.
Lo más chistoso de todo esto es que esas pobres gentes buscan diversas evasivas, quieren huir, abandonar su hogar, su trabajo, etc., dizque para realizarse a fondo.
Pobres gentes..., sus adorados tormentos son sus amos, naturalmente. Estas gentes no han aprendido a ser libres, su conducta depende de la conducta ajena.
Si queremos seguir la senda de la castidad y aspiramos a que primero la mujer sea casta, entonces estamos fracasados. Si queremos dejar de ser borrachos pero nos apenamos cuando nos ofrecen la copa por aquello del qué dirán, o porque se puedan enojar nuestros amigos, entonces jamás dejaremos de ser borrachos.
Si queremos dejar de ser corajudos, irascibles, iracundos, furiosos, pero como primera condición exigimos que aquellos que conviven con nosotros sean dulces y serenos y que no hagan nada que nos moleste, entonces sí estamos bien fracasados porque ellos no son santos y en cualquier momento acabarán con nuestras buenas intenciones.
Si queremos disolver el yo necesitamos ser libres. Quien dependa de la conducta ajena no podrá disolver el yo. Nuestra conducta debe ser propia y no debe depender de nadie. Nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, deben fluir independientemente desde adentro hacia afuera.
Las peores dificultades nos ofrecen las mejores oportunidades. En el pasado existieron sabios rodeados de toda clase de comodidades y sin dificultades de ninguna especie. Esos sabios, queriendo aniquilar el yo, tuvieron que crearse a sí mismos situaciones difíciles.
En las situaciones difíciles tenemos oportunidades formidables para estudiar nuestros impulsos internos y externos, nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, nuestras reacciones, voliciones, etc.
La convivencia es un espejo de cuerpo entero donde podemos vernos tal como somos y no como aparentemente somos. Es una maravilla la convivencia, si estamos bien atentos, podemos descubrir a cada instante nuestros más secretos defectos, ellos afloran, saltan fuera cuando menos lo esperamos.