martes, 3 de diciembre de 2013

El poder de los mantrams




Habla para vosotros Samael Aun Weor, Kalki Avatara de la nueva era Acuaria: Me dirijo al Movimiento Gnóstico, me dirijo también a los hermanos de Sivananda Aryabarta Ahsram y a los hermanos de la Acción Libertadora Americana del Sur. A todas las escuelas, organizaciones y sectas... ¡Escuchad!.
El ser humano puede desarrollar facultades superlativas trascendentales con las cuales percibimos el ultra de la naturaleza. Existe la CLARIVIDENCIA, facultad que nos permite ver en los mundos superiores. Existe la CLARIAUDIENCIA, facultad que nos permite oír en los mundos internos. Existe la INTUICIÓN; sabed vosotros que la intuición está íntimamente relacionada con el chacra del corazón. También existe en el ser humano la TELEPATÍA. Ese maravilloso poder se haya íntimamente relacionado con el plexo solar situado un poquito arriba del ombligo.
Existen también en el ser humano ciertos chacras que nos permiten recordar nuestras pasadas reencarnaciones. Estos chacras están situados en los pulmones. Voy a enseñarles a los hermanos los mantrams con los cuales podemos desarrollar nuestras facultades.
MANTRAM significa: «palabra de poder». Sabed vosotros que el sonido produce efectos visibles y tangibles para todo el mundo. Una bala de cañón, por ejemplo, -con su sonido- hace romper los vidrios de toda una manzana de casas. Una palabra suave apacigua la Ira, una palabra irónica provoca muchos sentimientos en el que la escucha. Así el sonido, es la causa causorum de todo lo creado.
Con justa razón dijo Juan: «En el principio era el verbo y el verbo estaba con Dios y el verbo era Dios, por él todas las cosas fueron hechas y sin él nada de lo que es hecho hubiera sido hecho». (S.J. Cap. I Vers. 1, 2, 3). Es conveniente saber pues hermanos que los «mantrams» son palabras de poder. Las vibraciones de las palabras, de esas letras, de esas múltiples combinaciones de sonidos, despiertan los poderes latentes en el ser humano.
Empecemos por conocer los mantrams que sirven para despertar la CLARIVIDENCIA: Este sentido nos permite ver el «ultra» y se halla íntimamente relacionado con la glándula pituitaria. La glándula pituitaria está exactamente situada entre las dos cejas. La vocal fundamental de ésta glándula es la vocal I. Sobre esta vocal se sostienen todos los mantrams relacionados con el poder de la divina clarividencia.
La vocal I se pronuncia así: IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.
Se puede vocalizar esta letra muchas veces. También con ésta vocal pueden combinar algunas consonantes y el resultado es asombroso. Así se forman los «Mantrams». Hay un Mantram que nos permite desarrollar la clarividencia en muy poco tiempo, es el Mantram ISIS. Como sabéis vosotros hermanos la Diosa Isis era muy venerada en el Egipto. Aquél que logre levantar el velo de Isis ve el ultra de toda la creación. Es urgente que vosotros aprendáis a deletrear los mantrams. La vocal "I" es el fundamento del Mantram Isis.
El Mantram se pronuncia así:
IIIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS... IIIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS...
Como veis vosotros, la «S» se debe prolongar como un silbido suave y apacible. La letra S hace vibrar intensamente al loto maravilloso situado exactamente entre las cejas. Llegará el día en que si vosotros continuáis con ésta práctica desarrollaréis la divina clarividencia y veréis el ultra de la naturaleza. Entonces todos los misterios de la vida y de la muerte serán para vosotros visibles y tangibles.
Otro Mantram también muy importante para el desarrollo de la divina clarividencia es el Mantram SUIRA. Este Mantram se vocaliza así: SSSSSSSSSSUIIIIIII... RRRRRRRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAA...
Podéis vocalizar éste mantram media hora diaria. Lo importante es no cansarse, lo importante es la tenacidad. Es urgente que cada uno de nosotros aprenda a ser tenaz. Así es hermanos como vosotros lograréis vuestras facultades. Es indispensable que seáis constantes, es indispensable que tengáis fe, es necesario que tengáis profunda devoción interior.
Otro mantram también muy importante para el desarrollo de la clarividencia es la letra «R». Lo fundamental es aprender a vocalizar esta letra dándole una entonación muy aguda, muy fina, imitando la voz de un niño, así: RRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR...
¿Una voz muy aguda verdad?. Un sonido demasiado agudo, difícil para nosotros los varones, pero indispensablemente necesario para el desarrollo de la clarividencia. Con esa letra despertareis la clarividencia muy rápidamente. Podéis vosotros vocalizar estos mantrams dentro de vuestro propio apartamento, dentro de vuestra recámara. Si teméis que alguien os está escuchando, pues, hay una manera muy fácil de evitar que lo escuchen a uno cuando esta haciendo sus prácticas. Poner vuestro radio, sintonizar una estación -pero con volumen alto- y entonces el sonido del radio evitará que las gentes profanas puedan escucharlos. Así hay que hacer en la vida moderna y porque como nosotros vivimos una vida tan artificiosa... No estamos en las épocas aquellas de la India, del Tíbet o de la antigua Jerusalem en que cada cual podía hacer sus prácticas sin que a los demás les interesara un comino lo que uno estaba haciendo. Ahora hermanos hay que saber manejarnos lo mejor posible dentro de este ambiente tan rudo en que vivimos.
Pasemos hermanos a estudiar ahora: LA CLARIAUDIENCIA. Sabed que a CLARIAUDIENCIA es la facultad que nos permite a nosotros escuchar en el ultra, oír en el ultra. El hombre que desarrolla la clariaudiencia puede escuchar las voces de los desencarnados, las voces de los Ángeles, de los Tronos, de los Querubines, de los serafines, etc., etc. Esta maravillosa facultad está situada exactamente sobre la glándula tiroides. La glándula tiroides está en la laringe, es una glandulita muy importante: secreta el yodo biológico.
En esa glándula hay un chacra maravilloso, un chacra que al ser despertado nos confiere el poder de oír en el ultra. Los mantrams para el despertar de la clariaudiencia son muchos; voy a enseñaros algunos. En todo caso empecemos por la «E» es el fundamento de todos los mantrams relacionados con la clariaudiencia y la letra «E» se vocaliza así: EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE...
Esto se hace muchas veces, y se continúa durante 10 minutos, 15 minutos, media hora... Al terminar uno de vocalizar la letra pues hay que volver nuevamente a inhalar el oxígeno, y se inhala por la nariz ¡claro!, luego al exhalarlo, se vocaliza nuevamente así: EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE...
Esa es la letra fundamental de la clariaudiencia. Ahora voy a enseñaros algunos mantrams para el desarrollo de esa facultad. Empecemos con el siguiente:
(mantram: AUM-CHIVA-TUN-E)
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUMM... CHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII... VVVAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA... TUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNNNN... EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE...
¿Lo veis? Este mantram es maravilloso, su vibración es formidable. Con estos mantrams lograréis el desarrollo de la clariaudiencia. Lograd la clariaudiencia mis caros hermanos. Es necesario que aprendáis a oír, repito: en los mundos superiores. Sed constantes y vocalizad siempre los mantrams hasta lograr el desarrollo de vuestras facultades superlativas trascendentales.
Otro mantram también bastante importante para el desarrollo de la clariaudiencia ha sido siempre el mantram «EN» y la meditación sabiamente combinada con la oración, métrica, y la entonación de las dos letras «E» y «N», así: EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEENNNNNNNNNNNNNNNNNN...
Si vocalizáis combinando la meditación con la oración obtendréis el desarrollo de vuestras facultades en muy poco tiempo. Vamos ahora mis caros hermanos al asunto aquel de la INTUICIÓN. ¿Qué se entiende por intuir? Voy a decirles: La intuición nos confiere el poder de saber sin necesidad de razonamiento. Ejemplo: En la razón hay un proceso de comparación: esto es blanco porque aquello es negro, etc. En la intuición se hace el vacío. en la intuición se sabe con el corazón, el yo del corazón, el chacra del corazón nos da la preciosa facultad de la intuición. El mantram para el desarrollo de la intuición es el sagrado «OM». Esa sílaba se pronuncia así: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOMMMMMMMMMMMMMMMMMMMM...
Como veis la «O» es la letra principal del centro del corazón. Bien, ahora voy a enseñaos los mantrams del corazón. Empecemos con la vocal «O». Se inhala bien el oxígeno por la nariz y luego se exhala lentamente articulando la letra «O» así: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...
Vocalizad intensamente hermanos, vocalizad ésta vez para que logréis vosotros el despertar de la facultad intuitiva. Podéis combinar la «O» con la «N» así: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOONNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN
Así entonces, daréis a la vocal «O» un sonido acampanado -esa es la virtud de la «N», darle cierto sonido acampanado a las vocales-. Sabed que la intuición..., la oración, la meditación, la contemplación, son los caminos que nos llevan a la intuición; no os canséis de estar vocalizando.
Pasemos ahora hermanos a analizar la TELEPATIA. ¿Cuantas veces vais vosotros por la calle y de pronto veis a una persona en la cual estabais pensando hace algunos minutos?. No hay duda de que telepáticamente ya os habías comunicado con esa persona. La telepatía nos permite a nosotros captar los pensamientos de las gentes a distancia, es una facultad muy interesante ¿verdad?. Si queréis vosotros desarrollar la telepatía debéis saber que el fundamento de la telepatía está en el Chacra Manipura, y ese chacra se haya situado exactamente arriba del ombligo. El chacra relacionado con la telepatía es el plexo solar. El plexo solar existe realmente en el organismo humano; -como les digo-: está situado un poquito arriba del ombligo.
Hay muchos ejercicios para el desarrollo de la telepatía; voy a enseñaros dos. El primero de ellos, es el siguiente: En un cómodo sillón, relajados profundamente, frente al oriente (aquí algo que no se entiende) imaginar ahora sus radiaciones todas en el plexo solar. Imaginar que el plexo solar es una flor de loto que está girando de izquierda a derecha; no desmayéis en ésta práctica. Imaginar que los rayos son de un bello color azul y dorado; ¡Sentid en vuestro plexo solar toda la sensación de esos rayos inefables!. Practicad sin cansaros; con media hora es suficiente. Ese es el primer ejercicio mis caros hermanos. El segundo consiste en concentrarnos intensamente en el plexo solar y vocalizar la vocal «U» así: UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU...
Podéis añadirle también a ésta vocal la letra «N» para tener un sonido acampanado así: UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN.
Haced vuestra práctica con intensidad, no os canséis, ¡lo importante es que no os canséis mis caros hermanos¡. Es necesaria la constancia, la tenacidad. Son muchos los hermanos que comienzan a hacer estas prácticas y luego se cansan. Si tu verdaderamente quieres desarrollar tus poderes: ¡no te canses!, ¡hay que ser tenaz!, ¡muy tenaz!. Sin tenacidad mis caros hermanos es completamente imposible lograr el despertar de las facultades superiores del alma. Estamos dando los mantrams que se necesitan para el despertar de los poderes; pero si vosotros no sois tenaces, pues realmente estamos perdiendo el tiempo. Lo que se requiere es que vosotros: ¡seáis tenaces! ¿Entendido?. Bueno...
Ahora, mis caros hermanos, vamos a analizar lo que es aquello de las reencarnaciones pasadas. Claro, tú que estáis escuchando estas enseñanzas: ya habéis leído nuestras obras, a buen seguro que ya... -que habéis estudiado-: "El Matrimonio Perfecto", "la Revolución de Bel", "el Curso Zodiacal", "la Rosa Ígnea", nuestro "Tratado de Endocrinología y Criminología",etc. Y si no los has estudiado todavía hermano, pues te aconsejo que los estudies. La reencarnación es un hecho. Para unos la reencarnación puede ser una teoría, para otros puede ser superstición, para otros una creencia... ¡o lo que sea!; pero... realmente para los que ya recordamos nuestras vidas pasadas, la reencarnación es un hecho. Uno puede recordar sus vidas pasadas si despierta los chacras pulmonares. Tanto en el pulmón derecho como en el izquierdo hay centros magnéticos. Los dos chacras pulmonares son maravillosos: despertando esos chacras, podéis tu hermano mío, recordar con exactitud tus pasadas reencarnaciones. La vocal «A» hace vibrar los chacras pulmonares; se vocaliza así: AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...
¿Comprendido? Si queréis añadirle la «N»: tanto mejor, porque le dais a la vocal un sonido acampanado. En ese caso, vocalizaríais así: AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN...
Ya veis hermano: Esto es fácil. ¡Hacerlo! Hacerlo es lo mejor que tú podeís hacer. El doctor Krumm Heller aconsejaba a sus discípulos una hora diaria de vocalización. Decía el Doctor Krumm Heller que se debía vocalizar en el siguiente orden: ¡I!... ¡E!... ¡O!... ¡U!... ¡A!
Aconsejaba el Doctor Krumm Heller llevar el sonido de cada vocal desde la cabeza hasta los pies. Quería decir el Doctor Krumm Heller que nos identificáramos con el sonido, llevándolo imaginativamente desde la cabeza hasta los pies y que así despertarían todos los poderes del hombre. El método de Krumm Heller es como sigue... Empecemos:
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII...EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE... OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO... UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA...
Decía el Doctor Krumm Heller que el discípulo debía vocalizar una hora diaria y era el sistema que enseñaba el gran Maestro Huiracocha (Krumm Heller). Nosotros con los hermanos de la Sierra Nevada de Santa Martha, allá en nuestro Sumum Supremum Sanctuarium Gnóstico, vocalizábamos haciendo cadenas; o también vocalizábamos solos, individualmente cada uno. Utilizábamos muchos Mantrams: Esta vocalización de I, E, O, U, A la combinábamos por ejemplo con la «CH», y el resultado siempre fue maravilloso: Los hermanos del Sumum Supremum Sanctuarium desarrollaron poderes ocultos. Esos hermanos están muy avanzados, tienen clarividencia, tienen clariaudiencia, han desarrollado la telepatía, son intuitivos, recuerdan las vidas pasadas, pueden entrar y salir del cuerpo físico a voluntad -es decir: se desdoblan-, saben salir en astral, ¿Entienden? ¿Entendéis hermanos?.
Bien, sigamos adelante. Los mantrams CHIS, CHES, CHOS, CHUS, CHAS, nos dieron maravillosos resultados en esta cuestión de despertar de poderes. Los mantrams se vocalizan así:
CHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIISSSSSSSSSSSSSSSSSSS... CHEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEESSSSSSSSSSSSSSSSSSS... CHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSSSSS... CHUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUSSSSSSSSSSSSSSSSSSS... CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSS...
La combinación de la «CH» con la vocal y poniéndole la «S» es algo extraordinario, algo maravilloso. Giran los chacras potentemente y se despiertan los sentidos internos del hombre, empero: vuelvo a repetir hermanos: sin can-sar-se, ¡no se can-sen!. Estos son ejercicios que los deben de practicar durante toda su vida, uno debe de acostumbrarse a estos ejercicios lo mismo que al desayuno.
Si en la vida coge uno tantos vicios, si en la vida a muchos les da por coger el vicio del licor, el de los cigarrillos, etc. Pues, mejor que esos vicios: la práctica de los mantrams. Son mucho mejor que estar en cantinas, en tabernas... Llega uno a acostumbrarse tanto a los mantrams, que al fin: no se siente uno bien el día que no ha practicado sus ejercicios. Sed tenaces pues hermanos, sed tenaces, es el consejo que yo os doy a vosotros.
V.M. Samael Aun Weor

jueves, 31 de octubre de 2013

Práctica: Runa IS



Dios como PADRE es SABIDURÍA. Dios como MADRE es AMOR.

Dios como Padre reside en el ojo de la Sabiduría. El ojo de la Sabiduría se halla situado en el entrecejo.

Dios como Amor se halla en el Templo-Corazón. Sabiduría y Amor son dos columnas torales de la Gran Logia Blanca.

Amar, cuán bello es amar. Solo las grandes Almas pueden y saben amar. El amor es ternura infinita... el amor es la vida que palpita en cada átomo como palpita en cada sol.

El amor no se puede definir porque es la Divina Madre del Mundo; es eso que adviene a nosotros cuando realmente estamos enamorados.

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Practiquemos con la RUNA IS y meditemos en la Divina Madre KUNDALINI.

PRACTICA

En posición de pie firmes levantemos los brazos para formar una línea recta con todo el cuerpo y después de orar y pedir ayuda a la MADRE DIVINA, cantemos el MANTRAM ISIS así:

I..... sssss I..... sssss. Alargando el sonido de las dos letras y dividiendo la palabra en dos sílabas. IS-IS.

Después acuéstese el estudiante con el cuerpo relajado y lleno de éxtasis, CONCÉNTRESE, medite en la MADRE DIVINA.

Samael Aun Weor

viernes, 20 de septiembre de 2013

Cómo estudiar la Gnosis


Descubrir defectos


Práctica.- Un gran hombre, después de haberse estudiado a sí mismo, descubrió que tenía doce defectos que le estaban perjudicando. Este hombre dijo: "Así como es imposible cazar diez liebres al mismo tiempo, porque el cazador que quisiese hacer esto no cazaría ninguna, así también es imposible acabar con mis doce defectos al mismo tiempo".

Mutus LiberEste hombre llego a la conclusión de que sería mejor cazar una liebre y luego otra; acabar primero con un defecto y luego con otro. Resolvió este hombre dedicarle dos meses a cada defecto. Cuando el hombre llegó a los veinticuatro meses ya no tenía los defectos. Había acabado con los doce defectos que le impedían llegar al triunfo. El resultado fue maravilloso. Este hombre se convirtió en el primer ciudadano de los Estados Unidos. Su nombre: Benjamín Franklin. Imite Ud. a este personaje. Examínese y vea cuantos defectos Ud. tiene. Cuéntelos, enumérelos. Luego dedíqueles dos meses a cada defecto, en orden sucesivo, hasta que los elimine todos.

Siéntese Ud. en un cómodo sillón. Y ore a su Dios Interno así: Tú que eres mi verdadero ser, Tú que eres mi Dios Interno, Iluminadme, Ayudadme. Hazme ver mis propios defectos.  AMEN.

Concéntrese Ud. en esta plegaria hasta llegar al sueño profundo. Trate Ud. de descubrir todos sus defectos. Le aconsejamos leer la Biblia. En los cuatro Evangelios se encuentra la palabra del Divino Maestro. Allí verá Ud. las virtudes que necesita. Allí descubrirá las virtudes que le faltan. Donde falta una virtud existe un defecto.

Samael Aun Weor

viernes, 23 de agosto de 2013

EL ALIMENTO DE LAS IMPRESIONES


Los alimentos que penetran a nuestro organismo, se dividen en tres categorías. Al primero, al primer tipo de alimento, lo podemos denominar "comida". Incuestionablemente, para los alimentos que entran por la boca y la boca en sí, hay un medio que permite transformar esos principios vitales. Me refiero al estómago. Si no fuera por el estómago, no sería posible la transformación de la primera clase de alimentos. Sin embargo, el alimento que entra por la boca no es el más importante. Bien sabemos cómo se transforman los alimentos mediante la digestión. No hay duda de que en última síntesis, los principios vitales quedan depositados en la sangre y ella los dirige a todos los órganos del cuerpo. Sin embargo, puede alguien permanecer algún tiempo sin comer. Mahatma Gandhi podía permanecer hasta cuarenta días sin comer, y aún más: llegó hasta dos y tres meses sin comer. No es pues, el alimento más importante.

La segunda clase de alimento es el Prana, que entra con el oxígeno dentro de nuestro Cuerpo Físico; es aquél que penetra por las puertas de la respiración, e incuestionablemente, existe un órgano, u órganos especiales para la transformación del alimento que entra por la nariz. Así pues el aire mediante los pulmones, se transforma -naturalmente- en oxígeno, y este oxígeno -en Prana- se deposita posteriormente en todo el torrente sanguíneo.

Es más importante la respiración que el alimento que entra por la boca y va al estómago, porque como ya dije podríamos durar hasta cerca de un mes sin comer, pero no podríamos durar mucho tiempo sin respirar.

Normalmente se puede durar sin respirar un minuto o dos, y algunos llegan hasta tres. Yo también pudiera llegar a permanecer sin respirar durante más de cuatro minutos -por entrenamiento-, pero incuestionablemente, más allá de este pequeño tiempo limitado, si no respiramos morimos. Es pues más importante entonces, en realidad de verdad, la respiración que la comida física.

Y por último existe una tercera clase de alimento, que de hecho es aún más importante. Me refiero, en forma enfática, a las impresiones. Incuestionablemente, no podríamos nosotros durar ni un segundo en la existencia, si no existieran las impresiones. No podemos vivir, ni un segundo, sin recibir impresiones.

Nuestro organismo se nutre, muy especialmente, con las impresiones. Si el aire no hiciera impresión en nuestros pulmones y en nuestra sangre, no viviríamos; si la comida no llegara a impresionar el estómago y vías intestinales, tampoco podríamos vivir.

Así que, las impresiones son fundamentales. Desgraciadamente, a diferencia de la respiración y del primer alimento que entra por la boca y va al estómago, no tenemos en este caso un órgano para "digerir" las impresiones y eso es lamentable. El aire cuenta con los pulmones, la comida cuenta con el estómago, pero las impresiones, ¿con qué órgano cuentan? Pasan a la mente y eso no lo podemos negar, pero no tenemos cómo poder digerir las impresiones, no hay un órgano para la digestión y transformación de las impresiones.

Todos los acontecimientos de la vida llegan a la mente en forma de impresiones, todos los eventos llegan al cerebro en forma de impresiones. La alegría, la tristeza, la esperanza, la desesperación, los problemas, las preocupaciones, etc., llegan a la mente en forma de impresiones. Cualquier circunstancia, cualquier acontecimiento por insignificante que sea, siempre llega a la mente en forma de impresiones.

Repito: desafortunadamente no contamos con un órgano capaz de digerir impresiones, motivo este más que suficiente como para que las mismas se conviertan en agregados psíquicos, esto es, en "yoes". Si no digerimos la mala impresión que recibimos por ejemplo de un insultador, entonces esa impresión se convierte, dentro de nosotros, en un "yo" de venganza. Si no digerimos la impresión que nos provoca una copa de vino, obviamente tal impresión se convierte en un "yo" de la embriaguez. Si no digerimos nosotros la impresión que nos provoca una persona del sexo opuesto, incuestionablemente tal impresión se convertiría, por lo mismo, en un "yo" de lujuria. Si no digerimos la impresión que llegue a la mente, relacionada con una fortuna, obviamente tal impresión puede convertirse en un "yo" de codicia.

Así que, no digerir las impresiones equivale a crear "yoes". Las impresiones no digeridas, repito, se convierten en nuevos "yoes".

Así que, no solamente tenemos los "yoes" que poseemos, esos que traemos de existencias anteriores, sino lo que es peor: estamos creando todos los días nuevos "yoes", y eso es lamentable.

Dejar de crear "yoes", es indispensable. Eso es posible únicamente, digiriendo las impresiones. ¿Y cómo digerirlas? ¿De qué manera, de qué modo? ¿Cómo transformarlas en algo diferente? ¿Sería posible eso? ¡Sí es posible! ¿Cómo? Mediante la Conciencia. Si interponemos entre las impresiones y la mente eso que se llama "Conciencia", las impresiones se digieren.

Las impresiones en sí mismas, son Hidrógeno 48, un Hidrógeno bastante pesado. Digeridas por medio de la Conciencia, se transforman en Hidrógeno 24, que sirve para nutrir al Cuerpo Astral. Ese Hidrógeno 24, a su vez, puede transformarse en Hidrógeno 12 para nutrir al Mental, y por último el Hidrógeno mental, digerido, se transforma en Hidrógeno 6, con el que se nutre el Causal.

Más vale pues, digerir nuestras impresiones con el propósito de transformar el Hidrógeno 48 en alimentos para los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.

Normalmente, las impresiones hieren a la mente y la mente entonces reacciona contra el impacto proveniente del mundo exterior: si nos pegan, pegamos; si nos insultan, insultamos; si nos instan a beber, bebemos, etc.; siempre reacciona la mente contra los impactos provenientes del mundo exterior. Debemos evitar tal reacción, y eso sería posible exclusivamente, interponiendo la Conciencia entre la mente y las impresiones.

¿Habría alguna forma, alguna técnica, algunas prácticas que permitiesen utilizar la Conciencia para interponerla entre las impresiones y la mente? ¿Existe alguna clave que nos permita usar la Conciencia de esa manera, que sea la Conciencia quién reciba las impresiones y no la mente? Porque cuando la Conciencia recibe las impresiones, las digiere inevitablemente, las transforma en algo distinto; pero cuando no es la Conciencia quien recibe las impresiones, sino la mente, entonces sucede que la mente reacciona contra los impactos provenientes del mundo exterior, reacciona violentamente, en forma mecánica.

¿Cómo usar pues, la Conciencia? ¿Cómo utilizarla, de qué modo, a fin de que sea ella -y nada más que ella- la que reciba las impresiones y las transforme? Voy a decirles a ustedes la clave, muy sencilla: jamás olvidarnos de Sí Mismos, de nuestro propio Ser. Porque si uno se olvida de su propio Ser Interior en presencia de un insultador, termina insultando; si uno se olvida de Sí Mismo, de su propio Ser en presencia de una copa de vino, termina borracho; si uno se olvida de Sí Mismo, de su propio Ser en presencia de una persona del sexo opuesto, termina fornicando.

Cuando uno aprende a vivir en estado de alerta percepción, de alerta novedad; cuando uno se acuerda de Sí Mismo de instante en instante, de momento en momento; cuando uno jamás se olvida de Sí Mismo, indubitablemente se va tornando consciente. Si uno no se olvida de Sí Mismo en presencia de un insultador, si uno no se olvida de su propio Ser, entonces transforma esas impresiones perversas en Hidrógeno 24, que sirve para fortificar el Cuerpo Astral, y en Hidrógeno 12 para alimentar el Mental y en Hidrógeno 6 para alimentar el Causal; es decir, transforma las palabras del insultador en una fuerza diferente.

Si uno no se olvida de Sí Mismo en presencia de una copa de vino, transforma esa impresión -ese Hidrógeno 48- en Hidrógeno 24 y 12 y 6. Si uno no se olvida de Sí Mismo en presencia de una fuerte suma de dinero, transforma esa impresión en Hidrógeno 24, 12 y 6.

Así que, no olvidarse de Sí Mismos es la clave que nos permite manejar inteligentemente la Conciencia. Cuando uno no se olvida de sí mismo interpone, entre la mente y las impresiones, eso que se llama Conciencia.

Lo hermoso es que sea la Conciencia la que reciba las impresiones que vienen del mundo exterior, porque la Conciencia puede transformarlas en algo diferente: en elementos creadores, en elementos superlativos del Ser, en fuerzas diamantinas que sirven para el desarrollo de los Chacras, en múltiples fuerzas que sirven para el desarrollo de ciertos poderes que existen en nuestra constitución interna.

Es necesario, pues, saber que todos los "yoes" que actualmente tenemos, son el resultado de impresiones no digeridas, no transformadas, y esto es lamentable.

Desgraciadamente, las gentes no se recuerdan a Sí Mismas jamás; por eso es que las impresiones llegan a nuestra mente y permanecen así, completamente sin transformar, dando origen como es natural a los agregados psíquicos, a los "yoes". Es necesario disolver los "yoes", pero también es necesario no crear nuevos "yoes". Alguien podría darse el lujo de disolver todos los "yoes", pero si se olvida de Sí Mismo vuelve a crear nuevos "yoes", he ahí lo grave.

La recordación de Sí Mismos, es algo interesante. Cuando uno se recuerda a Sí Mismo, origina fuerzas diferentes a las de sus semejantes: fuerzas distintas, fuerzas que lo hacen a uno un sujeto completamente diferente a los demás. Interesante resulta saber, pues, que quienes crean tales fuerzas son distintos, que hasta sus potencias de vida son distintas. Si colocáramos dos sujetos en un lugar inhóspito, con mala alimentación, mal ambiente, etc.; el uno, que jamás se acuerda de Sí Mismo, que vive una vida mecanicista, y el otro, que siempre se acuerda de Sí Mismo de momento en momento, que siempre está acordándose de su propio Ser, que nunca olvida a su Ser Intimo, pueden ustedes estar absolutamente seguros que el primero moriría prontamente y que el segundo viviría a pesar del ambiente inhóspito, porque está rodeado de fuerzas distintas a los de los demás.

Todo el problema de la liberación se fundamenta en la transformación y la transformación tiene por basamento el sacrificio. Si observamos por ejemplo un huevo -sea el de una serpiente, o sea el de un pájaro-, vemos allí posibilidades latentes, susceptibles de desarrollo. Tales posibilidades se vuelven un hecho mediante la transformación. El fuego de las chimeneas, ese que nos calienta durante los días de invierno, es el resultado de la transformación. La digestión en nosotros, es todo un proceso de transformación mediante el cual es posible existir. La transformación del aire dentro de los pulmones, es otro proceso de transformación, y si queremos transformarnos psicológicamente, necesitamos transformar también las impresiones, es decir, transformar la tercera clase de alimentos.

Repito: todos los acontecimientos de la vida -que llegan a la mente-, vienen en forma de impresiones. Estoy hablándoles a ustedes, reunidos aquí en este salón, en este Lumisial, ¿y qué es lo que está llegando a la mente de ustedes? La impresión, una serie de impresiones: ven a un hombre y lo escuchan. Esas impresiones les están llegando a la mente, y en instantes en que les estoy hablando, ¿están seguros de que están digiriendo esta impresión, esta impresión de ver a un hombre que les está hablando, que les está dando Enseñanzas Esotéricas? ¿Ya están ustedes en proceso de digestión de lo que están recibiendo, o no? Si ustedes no están en el proceso de digestión o de transformación de esta impresión, la de ver frente a ustedes a Samael Aun Weor, hablándoles, están perdiendo el tiempo lamentablemente. ¿Por qué? Porque no están digiriendo las impresiones, porque no las están transformando. Si no se digiere, no se transforma. En la ciencia de las transformaciones, existe la digestión de las impresiones.

¿Cómo hacen ustedes para digerir esta impresión? Me ven ustedes aquí, dando una cátedra, y no deben olvidarse de su propio Ser, que sea el Ser quien reciba las impresiones, pasar toda la enseñanza al Ser, escuchar con el anhelo de llegar al Ser.

Si digieren las impresiones, comprenderán mejor la enseñanza. Si no proceden así, están perdiendo el tiempo y la cátedra esta resultaría totalmente inútil. De manera que debemos empezar con hechos, porque aquél que escucha la palabra y no la hace, es semejante al hombre que se mira en un espejo y luego da la espalda y se retira. No basta pues, escuchar la palabra; hay que "di-ge-rir-la" y eso es precisamente lo fundamental.

¡Vean ustedes cuán importante es ese evento que se llama "impresiones"! No podemos vivir ni un segundo sin las impresiones, ni una milésima de segundo.

Así pues, vale la pena transformarlas en algo distinto: en poderes, en luz, en fuego, en armonía, en belleza. Mas, si no las transformamos -repito, aunque me haga cansón con la repetición-, se convierten sencillamente en nuevos agregados psíquicos, en nuevos "yoes".

Es necesario que seamos más reflexivos. ¿Qué somos nosotros, en realidad, de verdad? Así como nos encontramos, sin digerir impresiones, creando nuevos "yoes" de segundo en segundo, de instante en instante, no somos más que simples máquinas controladas por los agregados psíquicos.

Vivimos en un mundo de gran actividad, donde todos creen que hacen y nadie hace nada: todos nos su-ce-de, como cuando llueve, como cuando truena. ¿Por qué? Sencillamente porque no tenemos encarnado el Ser. Sólo el Ser puede hacer; él hace y el verdadero Hombre es el Ser; pero si la máquina actúa, actúa algo que no es el Ser: está actuando un robot programado con una computadora maravillosa que se llama "cerebro", está actuando mecánicamente. Entonces no está haciendo, está actuando -una cosa es hacer y otra es actuar-. Cualquier máquina actúa, se mueve, anda, cumple sus funciones, porque es máquina y está programada para cumplir sus funciones, pero hacer es algo distinto: sólo el Hombre puede hacer y el Hombre verdadero es el Ser. Distíngase entre el Hombre verdadero, que es el Ser, y la máquina, la máquina no es el Ser.

Repito: el animal intelectual es un robot programado y su cerebro es una computadora maravillosa, una computadora que se sostiene a sí misma, una computadora que matemáticamente calcula, con exactitud precisa; una computadora que registra las ondas visuales y las ondas sonoras, que registra lo exterior y lo interior, que se abastece a sí misma. Es una computadora "de primera", maravillosa, pero es eso y nada más que eso: una computadora.

Después de esa computadora viene el organismo físico y la computadora lo utiliza para ir y venir, etc. Tal computadora está en manos del Ego, no del Ser, y el Ego es el resultado de muchas impresiones no digeridas. Entonces lo que actúa aquí, en este mundo doloroso en que vivimos, es una máquina provista de una gran computadora. Aquí no está actuando el Ser, sino la máquina. Podemos decir que la máquina es humana y el Ser es el Ser.

Pero, ¿qué es, en realidad de verdad, eso que llamamos "vida"? Ciertamente, es como una película. Sí, y cuando llega la hora de la muerte, regresamos al punto de partida de esa película y nos la llevamos para la eternidad. Al retornar, al regresar con este Ego, uno lo hace con su película. Al reestructurarse con un nuevo organismo, uno proyecta nuevamente su película en la pantalla de la existencia. ¿Y qué proyecta? Su vida. ¿Cuál? La de siempre, la misma que tuvo en la existencia anterior; es decir, repite lo mismo que hizo en la pasada existencia y en las pasadas existencias. Todo eso que uno proyecta, de hecho está programado -desde el nacimiento- en el cerebro.

De manera que somos robots programados. El Ser no interviene para nada en toda esa tragedia, él no se mete en esos asuntos. El Ser de cada uno de nosotros se mueve libremente en la Vía Láctea.

Existen y viven aquí, en este "valle" doloroso de la vida, un montón de sombras, provistas de organismos físicos. ¿Y qué hacen esos organismos? ¡Nada! Se mueven mecánicamente, de acuerdo con el programa que ha sido depositado en el cerebro; no digo solamente en el cerebro físico, sino en los tres cerebros: en el intelectual, en el emocional y en el motor. Y el Ser, ¿qué hace mientras nosotros estamos aquí sufriendo, pasando trabajos, llorando, pasando trabajo para conseguir con qué pagar la renta, con qué comprar un traje, etc.? El vive dichoso en la Vía Láctea, se mueve libremente en la Vía Láctea. Entonces, ¿qué es esta dolorosa existencia que nosotros llevamos? ¡Pura ilusión, algo vano! Con justa razón dicen los hindúes que este mundo es sólo Maya, que este mundo es ilusorio, que no tiene ningún valor.

Necesitamos, repito, tener existencia real, porque todavía no la tenemos. ¿Alguno de ustedes se preciaría de tener existencia real? ¿Cuál de ustedes tiene existencia real? No me digan que verdaderamente la tienen. Yo no veo aquí sino máquinas que se mueven, máquinas programadas, robots programados, nada más. Claro, siempre necesitamos dejar de ser robots, y podemos dejar de serlo. Pero para dejar de serlo, necesitamos eliminar todos los agregados psíquicos, eso es obvio.

Así que, ustedes ya saben que tenemos que eliminar los agregados psíquicos, mas saber esto no es todo. Necesitamos dejar de crear nuevos agregados y diariamente los estamos creando, al no digerir las impresiones. Necesitamos digerir las impresiones, transformarlas en fuerzas distintas para no crear nuevos "yoes", y necesitamos digerir las viejas impresiones, las que dieron origen a los "yoes" que actualmente tenemos. Eso es posible a través de la reflexión, de la auto-reflexión, y de la eliminación. Cuando uno digiere las viejas impresiones que están depositadas en los cinco cilindros de la máquina -en forma de hábitos, emociones inferiores, pensamientos negativos, instintos depravados, abusos sexuales, etc.-, entonces desintegra esos elementos inhumanos, lo cual es obvio.

Así que, no solamente hay que digerir las nuevas impresiones que llegan a la mente, sino también las viejas impresiones. Y se digiere -repito y aclaro- auto-observándonos de instante en instante, de momento en momento.

Necesitamos ejemplos y los voy a poner. Supongamos que de pronto, estamos celosos. Un hombre descubrió que su mujer tiene otro hombre, y claro, el "yo" de los celos saltó ahí. ¿Qué hacer? Descubierto, hay que comprenderlo, eso es obvio. La Ley de Recurrencia dice que en una pasada existencia, el mismo triángulo existió. Así pues, esos celos que se sienten se deben a una impresión no digerida, no transformada. Si luego uno trata de digerir aquélla impresión, dijéramos, de transformarla en algo diferente; si uno por medio de la reflexión llega a la conclusión de que los celos son absurdos, de que no tienen sentido real, entonces hace la digestión de esa mala impresión que viene desde los antiguos tiempos. Cuando uno hace esa digestión, pues está en las mejores posibilidades para la desintegración del Ego. Solo faltaría la súplica, la súplica a Devi Kundalini Shakty para que sea élla la que desintegre ese Ego -resultado de una impresión no digerida-, y al fin ese Ego de los celos se vuelve polvo.

Supongamos que nos peleamos con otra persona, porque no nos quiere devolver un dinero que nos hace falta, incuestionablemente se trata de una impresión no digerida. Si en el momento en que fuimos a cobrar el dinero no nos lo quiso pagar el deudor y sentimos una gran contrariedad y el deseo de pelear con ese caballero, entonces debemos ser lo suficientemente comprensivos para al llegar a casa meditar, y así, estando en paz, por medio de análisis reflexivos hacer la digestión de esa mala impresión. No hay duda de que la Ley de Recurrencia ha trabajado ahí, se dio el mismo caso: le prestamos a ese mismo señor determinada cantidad de dinero y no nos lo regresó. Y en la antepasada se dio el mismo caso y en la trasantepasada lo mismo, y siempre ha sucedido lo mismo, y debido a eso fabricamos un "yo" de odio contra ese caballero. Ahora habrá necesidad de digerir completamente esa mala impresión -que viene de un remoto pasado y que se ha convertido en un "yo"-, digerirla a través de la reflexión, comprendiendo que esto del dinero es vano, ilusorio, y que a la hora de la muerte no nos llevamos ni un centavo para la eternidad. Cuando ya nos hemos hecho conscientes de eso, entonces suplicamos a Devi Kundalini Shakty que desintegre ese Ego -que no es más que el resultado de una serie de impresiones no digeridas-, y es claro que la Madre Divina lo volverá polvo y quedaremos libres de esa mala impresión.

Todos nuestros "yoes" no son sino el resultado de impresiones no transformadas, no digeridas. Desintegradas tales impresiones no digeridas, las fuerzas aquéllas de las impresiones se transforman en algo distinto: en Hidrógeno 24, 12 y 6, y queda uno limpio.

Así que las impresiones pasadas y presentes deben ser transformadas en fuerzas cósmicas y esto es posible no olvidándonos de Nosotros Mismos, no olvidándonos de nuestro propio Ser. Cuando uno no se olvida de Sí Mismo, cuando uno vive en estado de alerta percepción, de alerta novedad, entonces transforma esas impresiones en algo distinto.

Si alguien consigue transformar la totalidad de sus impresiones, será un verdadero Bienaventurado, porque el Ser quedará en él y él en el Ser, y entonces tendrá existencia real; entonces sí podrá hacer, porque tendrá al Ser encarnado.

Así como estamos, no somos sino robots programados. Esas impresiones sin digerir quedaron depositadas en nuestros tres cerebros y se repiten aquéllas impresiones de instante en instante, de momento en momento y durante toda la vida. Esa es la mecánica de la Ley de Recurrencia: una repetición de viejas impresiones. ¿Creen ustedes que eso es agradable: ser máquinas, hacer el papel de robots, no tener al Ser encarnado, vivir así como sombras, en este "valle de lágrimas"? ¿Creen ustedes que vale la pena tener una existencia así? ¿Y qué somos? ¡Sombras miserables, robots programados, programados por las viejas impresiones del pasado! Todas las impresiones de nuestras pasadas existencias que quedaron sin digerir, han sido depositadas en nuestros tres cerebros y ahora se repiten mecánicamente. De manera que parecemos verdaderos robots, somos robots, moviéndonos mecánicamente en este "valle de lágrimas".

¿Hasta cuándo van a querer ustedes vivir convertidos en robots? ¿Hasta qué año, hasta qué fecha? Reflexionen en esto, mis queridos hermanos, porque verdaderamente es una lástima ser robot.

martes, 13 de agosto de 2013

El Camino de Santiago de Compostela










El amor, el miedo y el respeto


EL MIEDO y la DEPENDENCIA suelen confundirse con el AMOR más no son AMOR.

Los alumnos y alumnas dependen de sus padres y maestros y es claro que les respetan y temen a la vez.

Los niños y niñas, los jóvenes y señoritas dependen de sus padres para aquello del vestido, la comida, el dinero, el albergue, etc. y a todas luces resulta claro que se sienten protegidos, saben que dependen de sus padres y por ello les respetan y hasta les temen, pero eso no es AMOR.

Para muestra de lo que estamos diciendo podemos verificar con entera exactitud que todo niño o niña, joven o señorita, le tiene más confianza a sus amiguitos o amiguitas de la escuela, que a sus mismos padres.

Realmente los niños, niñas, jóvenes y señoritas hablan con sus compañeritos y compañeritas, cosas intimas que jamás en la vida hablarían con sus mismos padres.

Eso nos está demostrando que no hay confianza verdadera entre hijos y padres, que no hay verdadero AMOR.

Se hace URGENTE comprender que existe una diferencia radical entre el AMOR y eso que es respeto, temor, dependencia, miedo.

Es URGENTE saber respetar a nuestros padres y maestros, pero no confundir el respeto con el AMOR.

EL RESPETO y el AMOR deben estar ÍNTIMAMENTE UNIDOS, más no debemos confundir al uno con el otro.

Los padres temen por sus hijos, desean para ellos lo mejor: una buena profesión, un buen matrimonio, protección, etc. y confunden a ese temor con el verdadero AMOR.

Se hace necesario comprender que sin AMOR VERDADERO es imposible que los padres y maestros puedan guiar a las nuevas generaciones sabiamente aun cuando haya muy buenas intenciones.

Samael Aun Weor

martes, 18 de junio de 2013

Las propiedades del Bicarbonato de Sodio


PORQUE JUZGAMOS A LOS DEMAS


Bueno, hermanos, vamos a empezar nuestra plática de esta noche. Ruego a todos poner la atención debida.

En todo caso, el sentido de la plática de esta noche, significa que nosotros no debemos dejarnos llevar de las apariencias, debemos no dejarnos fascinar por las distintas escenas de la vida.

La vida es como una película; es una película, compuesta como es natural, por muchos cuadros y escenas. No conviene, en modo alguno, identificarnos con ninguna escena, con ningún cuadro, con ninguna escena apariencia, porque todo pasa: pasan las personas, pasan las cosas, pasan las ideas. Todo en el mundo es ilusorio; cualquier escena de la vida, por muy fuerte que ella sea, pasa y queda atrás en el tiempo.

Lo que nos debe interesar a nosotros, es eso que se llama el "Ser", la Conciencia. He allí lo fundamental, porque el Ser no pasa; el Ser es el Ser y la razón de ser del Ser, es el mismo Ser.

Cuando nosotros nos identificamos con las distintas comedias, dramas y tragedias de la vida, es obvio que caemos en la fascinación y en la inconsciencia del sueño psicológico. He ahí el motivo por el cual no debemos identificarnos con ninguna comedia, drama o tragedia de la vida, porque por muy grave que sea, pasa. Hay un dicho vulgar que reza así: "No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista". Así que todo es ilusorio, pasajero.

Uno a veces en la vida, se encuentra con algunos problemas difíciles. Sucede que a veces no encuentra uno en la vida, dijéramos la salida, la solución al problema, y éste se vuelve enorme, monstruoso gigantesco ante nuestra mente. Entonces sucumbe uno entre las preocupaciones, y dice: "¿Cómo haré, qué haré?" No le encuentra escapatoria, y el problema, a medida que se analiza, se vuelve más y más monstruoso, enorme y gigantesco. Pero llega el día en que si nosotros afrontamos el problema tal cual es, es decir, si "agarramos al toro por los cuernos", como se dice, vemos que el problema queda en nada, se destruye por sí mismo, que es de naturaleza ilusoria. Mas suele cualquier problema tomar tales proporciones, su realismo se vuelve tan crudo ante nuestra mente, que en verdad no se le encuentra salida por ninguna parte; siente uno que sucumbe ante el mismo, que en modo alguno se vuelve soluble. Pero si uno se le enfrenta al problema, verá que es ilusorio y que pasa, como todo tiene que pasar y al fin queda en nada.

Si uno procede en esa forma, no identificándose jamás con ninguna situación, con ningún evento, logrará estar siempre alerta y vigilante, como el vigía en época de guerra, y es en ese estado de alerta donde uno descubre sus defectos psicológicos. Defecto descubierto, debe ser comprendido y después eliminado.

La mente, por sí misma, no puede alterar ningún defecto psicológico; la mente sólo puede rotularlos, cambiar cualquier defecto, pasándolo de un nivel a otro, mas jamás alterarlo radicalmente. Se necesita de un poder que sea superior a la mente y ese poder existe en nosotros. Quiero referirme, en forma enfática, a la Divina Madre Kundalini. Si uno ha comprendido que tiene tal o cual defecto, si lo ha entendido íntegramente, y en todos los niveles de la mente, entonces puede concentrarse en Devi Kundalini Shakti, y mediante ella podemos eliminar cualquier defecto psicológico.

Kundalini es la Divina Madre Cósmica. En las religiones se le ha representado como María o como Tonantzín, Mara, Rea, Cibeles, Adonía, Insoberta, etc. La Madre Cósmica, la Madre Divina, en sí misma, es una parte de nuestro propio Ser, pero derivado. Quiero decir con esto, que la Madre Cósmica está dentro de nosotros mismos, aquí y ahora. Si nosotros imploramos a ese poder, si pedimos a la Madre Divina que elimine de nuestra psiquis cualquier defecto de tipo psicológico, Ella así lo hará. Es obvio que por tal motivo, se desintegrará el defecto en cuestión.

Mediante la Divina Madre Cósmica, podemos eliminar todos nuestros defectos psicológicos. Como quiera que la Conciencia está embotellada entre los defectos, eliminados éstos la Conciencia despertará radicalmente, y entonces podremos ver, oír tocar o palpar las grandes realidades de los mundos superiores. Pero es indispensable no identificarnos con ninguna circunstancia de la vida. Cuando no nos identificamos con tal o cual problema, cuando permanecemos alertas, descubrimos en el problema nuestros propios defectos psicológicos.

Normalmente se ha visto que los problemas obedecen al miedo, el "yo" del temor mantiene los problemas vivos. Se le teme a la vida, se le teme a la muerte, se le teme al "qué dirán", al "dice que se dice", a la miseria, al hambre, a la desnudez, a la cárcel, a todo se le teme y debido a esto, los problemas se hacen cada vez más insolubles, más fuertes.

En un problema económico, ¿qué tememos? La ruina, o que tengamos que pagar una determinada deuda, porque si no pagamos, nos meten en la cárcel, etc.

En un problema de familia, ¿qué tememos? Al "dice que se dice", a la lengua viperina, el escándalo, a los intereses creados, etc., etc., etc.; pero si se elimina el "yo" del temor, ¿en qué queda el problema? ¡Todo se esfuma, se vuelve nada...!

Tenemos que pagar el alquiler de la casa y tememos que nos lancen a la calle; hasta pasamos las noches desvelados, pensando que el actuario ha de llegar y sacarnos a la calle, más al fin llega el día y resulta que el problema se solucionó, quizás por donde menos lo esperábamos. Entonces, ¿en qué quedó el problema? Y si no se solucionó la cuestión, si nos echaron a la calle con todos los muebles, etc., ¿qué pasó? ¡En la calle no se quedarán los muebles, alguien tendrá que recogerlos! En fin, por allí no faltará, dando vueltas, un lugar donde meternos... ¿Y si los muebles se pierden? ¡Se perdieron!, ¿y qué? ¡Más se perdió en el Diluvio! ¿Por qué nos vamos a apegar a unos muebles? Después, paso el problema, por ahí quedamos viviendo, en algún lugar, y el problema quedó atrás, en el tiempo. ¿Qué se hizo del problema?

No olviden ustedes que todo pasa: pasan las ideas, pasan las personas, pasan las cosas; todo en este mundo es fugaz e ilusorio. No podemos y no debemos identificarnos con las apariencias, porque las apariencias engañan, eso es obvio. Pensemos en los estados de conciencia, y eso es superlativo...

Hay una tendencia general, de todos, a juzgar equivocadamente a todos, y eso es lamentable. Pero, ¿por qué todos juzgan a todos, y equivocadamente? ¿Cuál es el motivo? Sencillamente uno, y muy fácil de comprender: sucede que cada cual proyecta sus propios defectos psicológicos sobre los demás, cada cual ve en el prójimo sus propios defectos. Los defectos que a otros endilgamos, los tenemos muy sobrados nosotros; juzgamos a otros como nosotros somos.

¿Han oído ustedes hablar de la antipatía mecánica? ¿Que de pronto alguien siente antipatía por alguien, sin haber motivo alguno, y entonces decimos: "esta persona me cayó gorda", frase muy típica que usamos? Pero, ¿por qué, si nunca la hemos visto, si hasta ahora nos la acaban de presentar? ¿Qué sucedió, por qué nos ha "caído tan gorda" esa persona, si ni la conocemos? Pues que le vimos la apariencia: es alta o es baja, es gorda o es delgada, tiene la nariz aguileña o la tiene achatada, y ¿ese es motivo ya, como para decir que "nos cayó gorda"? ¿Qué ha sucedido? Sencillamente porque hemos proyectado, sobre nuestra víctima, nuestros mismísimos defectos psicológicos. Posiblemente hemos visto, en esa persona, el defecto más grave que tenemos y nadie le gusta verse así, dijéramos, tan escarnecido. La cruda realidad de los hechos es que tal persona se ha convertido en el espejo donde nosotros nos vemos a sí mismos, tal cual somos.

Si estamos alertas, si no nos identificamos con el evento, con la persona aquélla que "nos cae tan gorda"; si en vez de estarla criticando nos auto-criticamos, nos auto-observamos a ver qué es lo que está pasando, descubriremos que un defecto nuestro nacido de ayer, o de anteayer, o de quién sabe qué tiempo atrás, o tal vez de otras existencias, se ha reflejado en aquélla persona y por eso "nos cae tan gorda". He ahí lo que es la antipatía mecánica: absurda en un ciento por ciento.

Nosotros necesitamos aprender a vivir políticamente. El ser humano, ante todo, es un ente político, un "animal político", y el mismo hombre es un "hombre político". Si uno no sabe vivir políticamente, se crea problemas en la vida. Uno tiene que aprender a vivir políticamente, y en vez de sentir antipatías mecánicas, vale la pena que nos investiguemos a sí mismos.

Sí, en verdad que proyectamos nuestros propios defectos psicológicos sobre los demás. ¿Por qué juzgamos equivocadamente al prójimo? ¿Por qué todos tenemos tendencia a ver en el prójimo toda clase de defectos? Sencillamente porque proyectamos en el prójimo nuestros propios defectos, los juzgamos equivocadamente; suponemos que fulano es "así" o "asá", y resulta que ni es "así" ni es "asá": es completamente diferente, y nuestro juicio resulta equivocado, falso; vemos los hechos ajenos y tenemos la intensa tendencia a interpretarlos erróneamente.

Nunca somos capaces de ver los hechos ajenos con ecuanimidad, con serenidad; siempre los calificamos equivocadamente. Recuerden ustedes que hay mucha virtud en los malvados y que hay mucha maldad en los virtuosos.

Los defectos que cargamos en nuestro interior, nos vuelven injustos para con el prójimo. Nosotros nos amargamos a sí mismos la vida con nuestros propios defectos, y lo más grave: se la amargamos a los demás.

El defecto de los celos por ejemplo, ¿cuánto daño ha hecho? Existen celos políticos, existen celos de tipo religioso, celos de tipo profesional, celos pasionarios o vulgares del hombre por la mujer, de la mujer por el hombre, etc., etc., etc. Ese es un "yo", el "yo" de los celos, y es ciego, no sabe de lógica, no sabe de razonamientos, no entiende nada de ciencia, ni escucha razones.

¿Cuántos casos de muerte se ven por los celos? Los celos profesionales, ¿cuanto daño hacen? Algunos curanderos magníficos, que sabían sanar de nuestras enfermedades al prójimo, magníficos botánicos, muchas veces fueron a dar a la cárcel. ¿Quién los metió en prisión, si no estaban haciendo mal a nadie, si sólo sanaban al prójimo? ¡Los celos profesionales! ¿De quién? De sus colegas titulados.

En el campo profesionista, los celos parecen multiplicarse espantosamente, en círculos y círculos: círculo artístico, círculo político, círculo religioso, etc., pero en cada círculo hay terribles celos, espantosos.

Sufren los celosos y hacen sufrir también a sus semejantes; los celos han causado mucho daño, es gravísimo. Y si eso decimos de los celos, ¿qué diremos nosotros de todos los otros defectos que tenemos?

Ahora, las apariencias engañan. Muchas veces juzgamos un acto ajeno en forma equivocada, de acuerdo a nuestros Egos, y el resultado viene a ser precisamente la calumnia. Y todos calumniamos a todos, ¡eso está ya demostrado!

Hay tendencia siempre, a dejarnos llevar de las apariencias. Determinado acto puede ser juzgado en una forma, y la realidad correspondiente al mismo, es otra. Un hecho cualquiera podría ser juzgado en determinada forma y de cierto modo, y no coincidir el juicio con el hecho, porque resulta que el hecho tiene otro sentido, diferente al juicio, y entonces el juicio sale equivocado. Al haber juicio equivocado, se ofende al prójimo, y quien emite el juicio equivocado también se ofende a sí mismo, se causa dolor.

Saber vivir es muy difícil, porque vivimos en un mundo de apariencias, ilusorio, y tenemos la tendencia a identificarnos con las apariencias, olvidando lo esencial, que es el Ser, ¡he ahí lo grave!

En nosotros, dentro de nosotros, existen factores psicológicos espantosos, que ignoramos y que jamás admitiríamos tener. Ante todo deben recordar ustedes que el "yo" no es algo dijéramos perenne; que el "yo" es una suma y también una resta, una multiplicación y una división de "elementos inhumanos"; cada "elemento" de esos es un "yo".

Así, pues, no tenemos un solo "yo", tenemos muchos "yoes". Nuestro "yo" es pluralizado, no singularizado, y eso es algo que ustedes deben comprender, porque existe el "yo temo", el "yo amo", el "yo odio", el "yo envidio", el "yo tengo celos", el "yo tengo coraje", etc., etc., etc. Cada uno de esos "yoes" tiene tres cerebros: el Intelectual, ubicado en la cabeza; el Emocional, en el corazón, y el Motor-Instintivo-Sexual en la espina dorsal y en los órganos sexuales cada uno de esos "yoes", es una persona diferente.

Así pues, tenemos muchas personas viviendo dentro de nuestra persona. Lo más grave es que nuestra Conciencia lo más digno, lo más decente que hay en nosotros, está embotellada entre todas esas personas internas que cargamos. Y se procesa la Conciencia en esa forma, de modo subconsciente, en virtud de su propio condicionamiento; es decir está dormida, y he ahí lo grave.

Si tenemos la Conciencia dormida, ¿cómo podríamos en verdad, conocernos a sí mismos? Ahora, ¿creen acaso, ustedes, que alguien que no se conoce a sí mismo, puede conocer a los demás? Si a sí mismos no nos conocemos, ¿cómo podríamos afirmar, nosotros, que conocemos a los demás, que conocemos a nuestros amigos, que conocemos a las gentes? Si queremos conocer a los demás, hemos de empezar por conocernos a sí mismos. Mas somos necios: no conociéndonos a sí mismos, creemos que conocemos a los demás. ¡Cuán necios somos, cuán absurdos! Si nos conociéramos a sí mismos, todo sería distinto. Desgraciadamente, no nos conocemos a sí mismos.

Si un hombre no se conoce a sí mismo, si no conoce sus propios mundos internos, ¿cómo podría conocer los mundos internos del planeta Tierra, o cómo podría conocer los mundos internos del Sistema Solar, o de la Galaxia en que vivimos? Si alguien quiere conocer los mundos internos de la Tierra, del Sistema Solar o de la Galaxia, o de las Galaxias, debe empezar por conocer sus propios mundos internos, empezar por conocerse a sí mismo.

Más, ¿cómo podríamos conocernos a sí mismos, si no dirigimos jamás la Inteligencia hacia adentro, hacia el interior; si no nos acordamos nunca de nosotros mismos, debido a que estamos identificados, precisamente con las apariencias de la vida? ¿Cómo podríamos conocernos a sí mismos, si jamás dirigimos la Inteligencia hacia adentro, debido a que estamos fascinados por los distintos eventos, sucesos, acontecimientos que llegan a nosotros? ¿Cómo podríamos conocernos a sí mismos, si nunca dirigimos la Conciencia hacia adentro, debido a que los múltiples problemas de la existencia nos tienen atrapados? Los vemos insolubles, creemos que son eternos, no nos damos cuenta que tienen un principio y que tienen un fin.

Nosotros estamos atrapados por lo que es inestable, por lo que no tiene verdadera realidad. Estamos metidos dentro de una máquina que gira incesantemente, juzgamos a los demás de acuerdo a como somos, ¡he ahí tantos y tantos errores!, y no coinciden nuestros juicios con los eventos que mal interpretamos, sean éstos propios o ajenos.

Obviamente, estamos metidos dentro de una máquina que gira incesantemente, pero andamos sonámbulos, inconscientes, dormidos; nada sabemos sobre sí mismos, porque nunca nos acordamos de sí mismos, de nuestro propio Ser; tenemos la mente demasiado ocupada en las cosas ilusorias, en lo que es pasajero.

Nosotros debemos buscar la Auto-Realización Intima del Ser, no vivir más como autómatas; debemos vivir en estado de alerta percepción, de alerta novedad.

¡Estamos en un "estado de coma" espantoso! Reflexionen en esto:

Primero, no nos conocemos a sí mismos.

Segundo, proyectamos nuestros defectos psicológicos sobre los demás, y vemos en los demás nuestros propios defectos.

Tercero, juzgamos equivocadamente las acciones de los demás.

Cuarto, tales acciones no coinciden con el juicio que nosotros emitimos.

Quinto, el juicio que nosotros emitimos, es en verdad el propio defecto psicológico que sobre el prójimo hemos proyectado.

Conclusión: el prójimo nos está sirviendo de espejo, pero nosotros no nos damos cuenta, en nuestra inconsciencia, de que el prójimo está únicamente reflejando nuestros propios defectos, nuestro propio "yo" psicológico. El prójimo es un espejo donde nosotros nos reflejamos, más no comprendemos que el reflejo que hay en el espejo es nuestro propio reflejo; ni siquiera nos damos cuenta de que nos estamos reflejando en el prójimo. Antes bien, estamos tan identificados con el evento, con el suceso, con las circunstancias, que ni remotamente se nos ocurre reflexionar en todas estas cuestiones y vivimos en un estado de fascinación, de inconsciencia, de sueño psicológico.

Si en estos asuntos de la vida práctica, terrenales diríamos, andamos tan inconscientes, ¿qué podríamos decir nosotros con respecto a las cosas celestiales? En verdad que podríamos mal interpretar todos los postulados de la Ciencia Hermética; podríamos mal interpretar, debido a nuestros juicios erróneos, las actitudes de los otros Iniciados, la vida de los Adeptos, etc. Podríamos mal interpretar, debido a nuestro estado de inconsciencia, hasta el mismo Drama Cósmico, y obviamente el Drama Cósmico, tal como está estipulado en los Cuatro Evangelios, ha sido mal interpretado.

¿Por qué podríamos interpretar erróneamente la vida de los Adeptos de la Blanca Hermandad, o por qué podríamos mal interpretar el Drama Cósmico, o por qué podríamos mal interpretar los postulados de la Sabiduría Hermética, etc.? Por un solo motivo: porque nuestro juicio no es libre, es un juicio condicionado por nuestros propios defectos. Nuestro juicio es el resultado del embotellamiento psicológico en el que nos hallamos; nuestro juicio es, dijéramos, la proyección de nuestros propios defectos.

Proyectamos nuestros defectos sobre los Cuatro Evangelios, proyectamos sobre los postulados de la Ciencia Hermética, los proyectamos sobre los actos de los Iniciados, sobre la vida de los Adeptos, etc. Así es que, también para las cosas celestiales no estamos preparados. Proyectamos, y una mente que proyecta sus propios errores, no es una mente libre, no es una mente que pueda aprehender, capturar la realidad de las cosas, la realidad de los fenómenos, de los hechos, de las circunstancias que por todas partes nos rodean. Una mente así, si no sirve para comprender las cosas terrenales, ¿cómo serviría para entender la vida de los grandes Iniciados, las cosas celestiales? Incuestionablemente fallaría, porque si lo terrenal no lo puede entender, mucho menos lo celestial.

Así que, creo yo que lo vital, en la vida, es no dejarnos llevar por las apariencias, no dejarnos capturar por los eventos, por las circunstancias. Antes bien, estar alertas para descubrir en tales eventos, nuestros propios defectos de tipo psicológico.

Cada circunstancia de la vida, ya sea ésta en la casa, en la calle, y en donde sea, nos brinda maravillosas oportunidades, que si estamos alertas y vigilantes, como el vigía en época de guerra, logramos aprehender nuestros propios defectos, que se proyectan sobre el prójimo.

El prójimo es el espejo donde podemos ver nuestros mismos defectos. Si vamos por la calle y vemos a un ebrio, a un borrachito, ¿qué hacemos? ¿Por qué burlarnos del borrachito? Antes bien, decir: "¡Ahí voy yo!" "¡Vea, ese borracho soy yo; vea como hago de pantomimas, cuán cómico estoy¡" "¡Ese soy yo, ahí voy...!".

Debemos aprender a vernos en los demás. Si descubrimos allá a un individuo que truena y relampaguea que rasga sus vestiduras como Caifás, debemos decir: "¡He ahí yo, ahí estoy, sí, cuán iracundo soy, como rasgo mis vestiduras, como blasfemo, ese soy yo!"

En verdad estamos reflejándonos sobre los demás, en el prójimo nos estamos reflejando.

Claro, podrían ustedes decirme, en forma enfática, o tal vez objetarme: "¡No, yo no soy ladrón, yo no soy un asaltador de casas; yo no me subiría jamás a la azotea a meterme en una casa ajena, para robarme los dineros o las joyas"... Eso dirían, ¿verdad? Juzgaríamos al ladrón diciendo: "¡Ladrón es, y a la cárcel con él!" Mas sucede que dentro de nosotros, también existe el "yo" ladrón. No lo conocemos, no lo hemos descubierto, pero existe.

Ahí sí es como dijo Galileo: "Pur se muove, se muove" (es decir, "pero se mueve, se mueve"). Cuando a Galileo le preguntaron: "¿Jura usted que la Tierra no es redonda y no se mueve?", entonces dijo: "¡Lo juro, pur se muove, se muove!" (es decir, "lo juro, pero se mueve, se mueve"). Así dijo Galileo, y se evitó que lo quemaran vivo en la hoguera de la Inquisición.

Así podemos decir que nosotros no tenemos el "yo" del robo. Habrá entre ustedes personas tan honradas que sean incapaces de quitarle "un quinto" a nadie, y sin embargo tienen el "yo" del robo increíble, pero cierto; algún día lo descubrirán.

¿Quién podría pensar que por ejemplo, una dama virtuosa, magnífica esposa, por ejemplo tenga un "yo" de prostitución? ¡Imposible! O no vamos tan allá: pensemos en una niña pequeña, que es todavía más escandaloso. ¿Que una niña de doce años, inocente, bien criada religiosamente, tenga el "yo" del prostíbulo? ¡Es algo que causa asco! Dirían ustedes: "¡Imposible, absurdo!" Más, sí puede ser.

Recuerden también ustedes, que así como hay una luna allá arriba brillando entre el firmamento y que tiene dos caras: una, para iluminar la noche, y hay otra escondida, oculta, que nunca se ve, así también hay una Luna Psicológica dentro de cada uno de nosotros con dos caras: la que se ve y la que no se ve, la manifiesta y la oculta.

En la cara manifiesta de esa Luna Psicológica, tenemos los defectos que a simple vista resaltan: ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc., y "otras tantas hierbas más". Pero tras de esa Luna Psicológica, tras de esa cara que a simple vista se ve, existe la parte oculta, la que no se ve. Allí tenemos defectos que ignorábamos, allí todos resultamos magos negros, allí todos resultamos hechiceros, brujos, allí resultamos ladrones, allí las damas más aristocráticas resultan prostitutas, etc., etc., etc.

En esa cara oculta de la Luna que no se ve, de la Luna Psicológica hay "yoes" de prostitución, hay "yoes" de adulterio, hay "yoes" de asesinato hay "yoes" de robo, etc., "yoes" que normalmente ignoramos, porque si alguien nos dijera que nosotros tenemos tal o cual "yo" de esos, nos ofenderíamos, no aceptaríamos de ninguna manera, más sí los tenemos.

Si a un santo del Nirvana se le dijese que él tiene todavía "yoes" del asesinato, de la prostitución o del robo, se le ofendería terriblemente. El santo nos bendeciría dulcemente diciendo: "¡Que Dios te perdone, hijo mío; estás perdonado, no guardo rencor contra ti, pero sé, hijo mío, que yo no tengo nada de eso!" Así diría aquel santo del Nirvana. ¿Por qué? Porque no es más que un santo. En esa forma, aquel santo detiene su avance hacia el Eterno Padre Cósmico Común. Y muchos son los santos que así están detenidos en su avance; porque, en verdad, aunque sean del Nirvana, en la cara oculta de la Luna que no se ve, en esa cara oculta de la Luna Psicológica, cargan todos esos "yoes", y esto es lo que no entienden muchos. Esto es en verdad lo grave: todos tenemos tendencia a justificarnos, a dejarnos llevar por las apariencias.

En cuanto a lo que a mí se refiere, ni soy santo ni me interesa ser santo. ¿Por qué no me interesa ser santo? Porque me detendría en mi progreso esotérico. Sé muy bien que en la parte oculta de mi Luna Psicológica, tienen que existir indubitablemente, existen "yoes" de tiempos antiguos, escondidos entre las tinieblas.

Eso lo sé, y sé también que sólo penetrando heroicamente con la espada en la mano, en esa zona de nuestra Luna Psicológica, podremos en realidad de verdad eliminar tales defectos, más esto es muy avanzado.

Normalmente, las gentes pueden eliminar los defectos de esa parte de la Luna Psicológica, esos defectos que resaltan, que a simple vista se ven. Ya cuando se trata de penetrar en la parte oculta de la Luna Psicológica, en la parte escondida, pues se requiere de un esfuerzo mayor. Eso pertenece ya a la "Iniciación de Judas", corresponde a la Pasión por el Señor. Nadie podría penetrar en esas zonas, si no empuñara la Lanza en la "Forja de los Cíclopes", es decir, en la "Novena Esfera". ¿Misterios? ¡Sí, y muy grandes...!

El santo no llega tan lejos: se contenta con eliminar los "yoes-defectos" que posee en la cara visible de su Luna Psicológica. Luego se beatifica, de ahí no pasa y entonces se estanca. He ahí el motivo por el cual yo no soy santo, ni quiero ser santo. Unicamente amo la comprensión, y eso es lo fundamental: la comprensión de sí mismos.

En realidad de verdad, el Adepto está más allá de los santos. Cuando alguien dijo: "los santos Maestros", ese alguien está equivocado, porque los Maestros están más allá de los santos. Primero está el profano, luego el santo y después el Maestro. El Maestro está más allá de la "esfera de los santos"; en el Maestro está la sapiencia.

Más, es posible juzgar equivocadamente a los Maestros, a los Adeptos. Tenemos siempre la tendencia a proyectar, hasta sobre los Adeptos, nuestros propios defectos de tipo psicológico. Si juzgamos equivocadamente a los Adeptos, sobre ellos también lanzamos nuestros juicios equivocados, porque si no es posible juzgar rectamente los actos del prójimo común y corriente, mucho menos es posible juzgar los actos de los Adeptos en forma correcta.

Normalmente tenemos la tendencia a tirar lodo contra los Adeptos. Así como tiramos lodo contra nuestro prójimo, también tiramos lodo contra los Adeptos de la Blanca Hermandad. Por eso éstos han sido crucificados, envenenados, metidos en prisiones, apuñalados, perseguidos.

Es muy difícil juzgar a un Adepto. Si es casi imposible juzgar al prójimo, mucho menos podríamos juzgar a un Adepto.

Así que, los invito esta noche a la reflexión: a no dejarse llevar jamás de las apariencias, porque las apariencias engañan; a no endilgar nuestros defectos a nadie.

Y hasta aquí mis palabras.

viernes, 7 de junio de 2013

La Influencia Lunar y los 7 Tipos de Hombres


Religión


Todas las religiones son piedras preciosas engarzadas en el hilo de oro de la Divinidad.

Las religiones conservan los valores eternos, no existen religiones falsas.   Todas las religiones son necesarias, todas las religiones cumplen su misión en la vida.

Es absurdo decir que la religión del vecino no sirve y que sólo la mía es verdadera. Si la religión del vecino no sirve, entonces la mía tampoco sirve porque los valores son siempre los mismos.

Es estúpido decir que la religión de las tribus indígenas de América es idolatría, entonces ellos también tienen derecho a decir que nuestra religión es idolatría. Y si nosotros nos reímos de ellos, ellos también pueden reírse de nosotros. Y si nosotros decimos que ellos adoran o adoraban ídolos, ellos también pueden decir que nosotros adoramos ídolos.

No podemos desacreditar la religión de otros sin desacreditar la nuestra también, porque los principios son siempre los mismos. Todas las religiones tienen los mismos principios.

Bajo el sol, toda religión nace, crece, se desarrolla, se multiplica en muchas sectas y muere. Así ha sido siempre y así será siempre.

Los principios religiosos nunca mueren. Pueden morir las formas religiosas, pero los principios religiosos, es decir, los valores eternos, no mueren jamás. Ellos continúan, ellos se revisten con nuevas formas.

La religión es inherente a la vida como la humedad lo es al agua.

Hay hombres profundamente religiosos que no pertenecen a ninguna forma religiosa.

La gente sin religión es conservadora y reaccionaria por naturaleza. Sólo el hombre religioso logra la Revolución de la Dialéctica.

No hay motivo que justifique las guerras religiosas como las de

Irlanda. Es absurdo calificar a otros de infieles, herejes o paganos, por el simple hecho de no pertenecer a nuestra religión.

El brujo, que en el corazón de las selvas africanas, ejerce su sacerdocio ante la tribu de caníbales, y el aristócrata arzobispo cristiano que oficia en la Catedral Metropolitana de Londres, París o Roma, se apoyan en los mismos principios, sólo varían las formas religiosas.

Jesús, el Divino Rabí de Galilea, enseñó a todos los seres humanos el camino de la Verdad y la Revolución de la Dialéctica.

La Verdad se hizo carne en Jesús y se hará carne en todo hombre que logre la Revolución Integral.

Si estudiamos las religiones, si hacemos un estudio comparativo de las religiones, en todas ellas encontraremos el culto al Cristo, lo único que varían son los nombres que se le dan al Cristo.

El Divino Rabí de Galilea tiene los mismos atributos de Zeus, Apolo, Krishna, Quetzalcoatl, Lao‑Tsé, Fu-ji -el Cristo chino-, Buddha, etc.

Uno se queda asombrado cuando hace un estudio comparativo de las religiones. Todos estos sagrados personajes religiosos que personifican al Cristo nacen el 24 de diciembre a las 12 de la noche.

Todos estos sagrados personajes son hijos de inmaculadas concepciones, todos ellos nacen por obra y gracia del Espíritu Santo, todos ellos nacen en Vírgenes inmaculadas antes del parto, en el parto y después del parto.

La pobre y desconocida mujer hebrea María, madre del Adorable Salvador Jesús, el Cristo, recibió los mismos atributos y poderes cósmicos de la Diosa Isis, Juno, Demeter, Ceres, Vesta, Maia, Adonía, Insoberta, Rea, Cibeles, Tonantzin, etc.

Todas estas deidades femeninas representan siempre a la Madre Divina, el Eterno Femenino Cósmico.

El Cristo es siempre el hijo de la Madre Divina y a ella le rinden culto todas las santas religiones.

María es fecundada por el Espíritu Santo. Cuenta la tradición que el Tercer Logos, en forma de paloma, hizo fecundo el vientre inmaculado de María.

La paloma es siempre un símbolo fálico. Recordemos a Peristera, ninfa del cortejo de Venus, transformada en paloma por el amor.

Entre los chinos, el Cristo es Fu-ji. El Cristo chino que nace milagrosamente por obra y gracia del Espíritu Santo.

Paseándose una virgen llamada Hoa‑Se por la orilla del río, puso su pie sobre la huella del Grande Hombre; inmediatamente se conmovió viéndose rodeada por un resplandor maravilloso y sus entrañas concibieron. Transcurridos doce años, el día cuarto de la décima Luna, a media noche, nació Fu-ji, llamado así en memoria del río a cuya orilla fue concebido.

En el México Antiguo, Cristo es Quetzalcoatl, quien fuera el Mesías y el transformador de los toltecas.

Estando un día Chimalmán sola con sus dos hermanas, se le apareció un enviado del cielo. Las hermanas, al verlo, mueren de espanto. Ella, al oir de boca del ángel que concebiría un hijo, concibió al instante, sin obra de varón, a Quetzalcoatl, el Cristo mexicano.

Entre los japoneses, el Cristo es Amida, quien intercede ante la Diosa Suprema Ten‑Sic‑Dai‑Tain rogando por todos los pecadores.

Amida, el Cristo japonés de la Religión Sintoísta, es quien tiene los poderes para abrir las puertas del Gokurat, el Paraíso.

Los Eddas germanos citan a Khristos, el Dios de su Teogonía, semejante a Jesús, nacido también el 24 de diciembre a media noche, lo mismo que Odín, Wotan y Beleno.

Cuando uno estudia el Evangelio de Krishna, el Cristo indú, se queda asombrado al descubrir el mismo Evangelio de Jesús, y sin embargo Krishna nació muchos siglos antes que Jesús.

Devaki, la virgen hindú, concibió a Krishna por obra y gracia del Espíritu Santo. El niño dios Krishna fue transportado al establo de Nanden y los dioses y ángeles vinieron a adorarle. La vida, pasión y muerte de Krishna es similar a la de Jesús.

Vale la pena estudiar todas las religiones. El estudio comparativo de las religiones lo lleva a uno a comprender que todas las religiones conservan los valores eternos, que ninguna religión es falsa, que todas son verdaderas.

Todas las Religiones hablan del alma, del cielo, del infierno, etc. Los principios son siempre los mismos.

Entre los romanos, el infierno era el Averno; entre los griegos era el Tártarus y entre los indostanes el Avitchi, etc.

El cielo, entre los romanos y griegos, era el Olimpo. Cada religión tiene su cielo.

Cuando terminó la religión de los romanos, cuando se degeneró, los sacerdotes se convirtieron en adivinos, titiriteros, etc., pero los principios eternos no murieron, ellos se revistieron con la nueva forma religiosa del cristianismo.

Los sacerdotes paganos, denominados Augur, Druida, Flamen, Hierofante, Dionysios y Sacrificador, fueron rebautizados en el cristianismo con los sagrados títulos de Clérigos, Pastores, Prelados, Pope, Ungido, Abate, Teólogo, etc.

Las Sibilas, Vestales, Druidesas, Papisas, Diaconesas, Ménades, Pitonisas, etc., en el cristianismo fueron denominadas Novicias, Abadesas, Canonesas, Prelados Superiores, Reverendas, Hermanas, Monjas.

Los Dioses, Semi - dioses, Titanes, Diosas, Sílfides, Cíclopes, Mensajeros de los dioses de las antiguas religiones, fueron rebautizados con los nombres de Ángeles, Arcángeles, Serafines, Potestades, Virtudes, Tronos, etc.

Si antiguamente se adoraron a los dioses, ahora también se les adora, sólo que con otros nombres.

Las formas religiosas cambian según las épocas históricas y las razas. Cada raza necesita su forma religiosa especial.

Los pueblos necesitan la religión. Un pueblo sin religión es de hecho un pueblo totalmente bárbaro, cruel y despiadado.

Samael Aun Weor