Quiero que se reflexione muy bien sobre la Acción Lacónica del Ser. Recuérdese que allá arriba, en el espacio infinito, en el espacio estrellado, toda acción es el resultado de una ecuación y de una fórmula exacta. Así también, por simple deducción lógica, debemos afirmar en forma enfática que nuestra verdadera imagen, el Hombre Kósmico Íntimo que está más allá de los falsos valores, es perfecta.
Cada acción del Ser, incuestionablemente, es el resultado de una ecuación y de una fórmula exacta.
Se han dado casos en los que el Ser ha logrado expresarse a través de alguien que haya conseguido un cambio de imagen, valores o identidad y entonces, ese alguien se ha convertido de hecho en algún profeta, en algún iluminado.
Pero también se han dado casos lamentables, de personas que han servido de vehículo al propio Ser y en verdad, no han comprendido las intenciones de lo divinal.
Cuando alguien que sirve de vehículo al Ser no trabaja desinteresadamente en favor de la humanidad, no ha entendido qué es una ecuación y fórmula exacta de toda acción lacónica del Ser. Sólo quien renuncia a los frutos de la acción, quien no espera recompensa alguna, quien sólo está animado por amor a trabajar en favor de sus semejantes, ha comprendido ciertamente la Acción Lacónica del Ser.
Necesitamos pasar, repito, por un cambio total de sí mismos. Imagen, valores e identidad, deben cambiar. ¡Qué bello es tener la imagen joven del hombre terrenal!, pero debemos, y es mejor, tener la imagen espiritual y celestial, aquí mismo, en carne y hueso.
En vez de poseer los falsos valores del ego, deben estar en nuestro corazón y en nuestra mente los valores positivos del Ser. En vez de tener una identidad grosera, debemos tener la identidad puesta al servicio del Ser.
Reflexionemos en la necesidad de convertirnos en la viva expresión del Ser...
El Ser es el Ser y la razón de Ser del Ser es el mismo Ser.
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